
Después llegó el puente y organizamos un nuevo viaje de aventura. Para mí la aventura comenzó en Tunja, porque recibí mi bautismo automovilístico en este país. Desde Tunja al Socorro condujo servidora y bueno, tuve mis momentos. Mária asegura que no le gusto tan asimilada, pero vamos creo que me falta mucho para llegar a su nivel de conducción... adelantamientos que ni Alonso en sus mejores salidas... recuerdo especialmente uno en el regreso: en curva, ascensión, conos y doble línea contínua. Yo tengo que reconocer que a veces me sorprendía a mí misma de lo rápido que asimilé la inutilidad de las normas de tráfico, ni señales, ni marcas viales.... y bueno no estuvo tan mal... eso si, de ahí a conducir en Bogotá va un trecho.
Este camino nos llevó al río Fonce. El sábado por la tarde hicimos rafting o canotaje. Llegamos al Club Campestre del Socorro y nos apuntamos a bajar el río Fonze, mucho más relajado y fácil que el Suárez, impracticable en esta época de lluvias, así que no quiero ni pensar como será. Nuestro guía era un jovencito llamado Walter que tenía unas espaldas.... él ordenó a los siete remeros y a mí me tocó a su vera en la parte trasera de la embarcación. Yo desde el principio no le cogía la postura a esa barca. Estaba demasiado alta y cada vez que remaba perdía el equilibrio. En el primer rapidito casi me caigo. Momento que fue recibido con risas por parte de mi compañera de viaje. Y llegó el momento rápido. Cuatro de los ocho ocupantes de la barca caímos al río Fonce, entre ellos, como no, yo. Bajo el agua me choqué con alguno de mis compañeros y conseguí salir por delante de la barca. Al principio todo iba bien, me acordé hasta de lo que dijo el guía de dejarme llevar por la corriente, mirada al frente y piernas estiradas noventa grados... todo estupendo hasta que yo misma caí en un rápido y tragué agua por toneladas, las olas no me dejaban sacar la cabeza y el chaleco no cumplía su función... me empecé a angustiar porque no había manera de salir del rápido... en ese estres me di la vuelta y Walter me estaba acercando un remo para subirme a la barca. Lo que recuerdo de esa subida es a Mária desconojonada, pero mucho, y entre risas preguntándome si estaba bien. En su descargo tengo que decir que era risa nerviosa y que mi cara de angustia la recordará siempre. Y es que pasé un mal rato bastante majo, con decir que el tipo me decía que remara para atrás y yo sólo podía hacerlo hacia adelante y casi me tienen que volver a tirar al agua para que espabilara "es que acababa de volver a la vida".... pero bueno, pasado el mal trago, y nunca mejor dicho porque con el montón de agua que tragué seguro que me da cagalera, disfruté un montón del trayecto, aunque, no lo voy a negar, sufriendo por si llegaba otro rápido de similares características, ... impresionante y exuberante naturaleza... indescriptible.

Este camino nos llevó al río Fonce. El sábado por la tarde hicimos rafting o canotaje. Llegamos al Club Campestre del Socorro y nos apuntamos a bajar el río Fonze, mucho más relajado y fácil que el Suárez, impracticable en esta época de lluvias, así que no quiero ni pensar como será. Nuestro guía era un jovencito llamado Walter que tenía unas espaldas.... él ordenó a los siete remeros y a mí me tocó a su vera en la parte trasera de la embarcación. Yo desde el principio no le cogía la postura a esa barca. Estaba demasiado alta y cada vez que remaba perdía el equilibrio. En el primer rapidito casi me caigo. Momento que fue recibido con risas por parte de mi compañera de viaje. Y llegó el momento rápido. Cuatro de los ocho ocupantes de la barca caímos al río Fonce, entre ellos, como no, yo. Bajo el agua me choqué con alguno de mis compañeros y conseguí salir por delante de la barca. Al principio todo iba bien, me acordé hasta de lo que dijo el guía de dejarme llevar por la corriente, mirada al frente y piernas estiradas noventa grados... todo estupendo hasta que yo misma caí en un rápido y tragué agua por toneladas, las olas no me dejaban sacar la cabeza y el chaleco no cumplía su función... me empecé a angustiar porque no había manera de salir del rápido... en ese estres me di la vuelta y Walter me estaba acercando un remo para subirme a la barca. Lo que recuerdo de esa subida es a Mária desconojonada, pero mucho, y entre risas preguntándome si estaba bien. En su descargo tengo que decir que era risa nerviosa y que mi cara de angustia la recordará siempre. Y es que pasé un mal rato bastante majo, con decir que el tipo me decía que remara para atrás y yo sólo podía hacerlo hacia adelante y casi me tienen que volver a tirar al agua para que espabilara "es que acababa de volver a la vida".... pero bueno, pasado el mal trago, y nunca mejor dicho porque con el montón de agua que tragué seguro que me da cagalera, disfruté un montón del trayecto, aunque, no lo voy a negar, sufriendo por si llegaba otro rápido de similares características, ... impresionante y exuberante naturaleza... indescriptible.

Y el próximo fin de semana ¿qué?
6 comentarios:
¡¡Juana Jones!!!! Cualquier día de estos te encuentras una calavera de cristal o a Pancho Villa hablando en quechua... En tu próximam excursión selvática seguro que te encuentras con una fauna tan divertida como esta: http://es.youtube.com/watch?v=OhwfQDPVSYg
juanita!! entre los bichos y el rápido me he quedado boquiabierta!! Cuánta aventura!! qué guay!!
un beso
¡VUELVE!ainarita
Como testigo directo de todos estos hechos, debo decir que tu relato en algunas oportunidades carece de objetividad...eso de "perder el equilibrio" lo reemplazaría por siempre estabas a punto de caerte al agua!!
Acepto que conduje un poco a lo Alonso...o más bien a lo Montoya...pero es que la constelación de dos españoles integrados, la una con el timón y el otro de copiloto...no me daba mucha seguridad...así que solo me quedó separarlos y asumir el mando!!
El próximo fin de semana te dejamos descansar...aunque no te prometo nada!
Que chévere que estés aquí!
exex
Dios mio!!! qué intrepidez, qué intrepidez!! Por cierto que en cada viaje te asimilas más rápido. Me ha encantado lo de "piensa que estás en España, piensa que estás en España..." jajajajaja.
juana solo me puedo imaginar tu cara... es qu ete leo y me parece star viendoles, hasta me puedo imaginar los comentarios que hacian.
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