miércoles, 20 de agosto de 2008

Un trimestre y Pedro Guerra

Celebré mi primer trimestre en Bogotá de concierto.
Estuvimos viendo a Pedro Guerra. El concierto me gustó mucho y, a pesar de cierto sector del público que hizo todo lo posible por desesperarme, disfruté y me emocioné.
Pero fue extraño. Es la quinta vez que veo a Pedro Guerra en concierto: en Pamplona, en Zaragoza, en Barañain... en casa; así que escucharle decir lo contento que estaba de estar en Bogotá se me hacía raro. Y es que es difícil encontrarles el sitio a sensaciones y vínculos que pertenencen al otro lado del puente.
Hace un año ya me pasó. Fue raro que Mária me recogiera en el aeropuerto y desde ahí empezar a compartir nuestra "desequilibrada y dramática" existencia mutua por las calles de la capital, curioso tomar el café con Margarita en una cafetería que no era la de la biblioteca de la UN, interesante almorzar con Vanessa en un chuzo en la 13 y más extraño todavía compartir la belleza y peculiaridad de la Candelaria con una casi PTV como María.
Y ahora que este escenario es cada vez más mío, es sorprendente sentir la capitalización y recolombización del nuevo yo de Mária, interesante ver como Luis es cada día más parte de este contexto, a pesar de sus lagunas de asimilación, fascinante encontrar nuevas y sólidas vías de comunicación y entendimiento...
Ubicar y aprehender mis nuevos lugares.
Pero la descontextualización sigue ahí. Sólo tengo que ver las fotos de las chicas de vacaciones y pensar en la extraña sensación que me quedó cuando volvieron a casa.

jueves, 14 de agosto de 2008

Sesiones intensas

Cada día me acuesto más tarde y me levanto más temprano.
Mi despertador suena cada dos días a las 05:00 a.m., cuando todavía es de noche.
La alegría del madrugar se la debo a mi nueva ocupación docente. Yo, la profe. A pesar de mi petición hay alguno de mis alumnos que prefiere no llamarme por mi nombre.
La recuperación de mis horas de estudiante, porque eso es a lo que me dedico ahora, a volver a estudiar teoría de la historia e historia de Europa para luego compartir mis conocimientos con los chinos, no los de la China sino "mis chinos colombianos", me quita el sueño si, pero me asienta y tranquiliza en mi ser y estar.

Hoy también me confirmaron que ya tengo apartamento. Todavía queda poco más de un mes para mi mudanza, pero ya tengo una perspectiva. Aunque tengo ganas de tener mi espacio, y devolver espacio, sé que voy a extrañar la tragicómica "casa del terror".

viernes, 1 de agosto de 2008

La luna debajo del brazo

¿Cuándo vas a venir otra vez por aquí?
Cuando gire el poniente en tu pelo.
Tú tenías que hacer lo que había que hacer
pero el mundo nunca era un pañuelo.

Te vigilé las horas del viaje más largo
Como si fueras a llevarte la luna debajo del brazo.

Caminando hacia el puerto de Santa María,
Con tus piernas ardiendo en el salpicadero.
Ahora es fácil decirte que no lo sabías
Pero tú te seguías el juego.

Te vigilé las horas del viaje más largo
Como si fueras a llevarte la luna debajo del brazo

Lo tuvimos tan cerca que nunca lo vimos
lo perdimos tan fácil que valió la pena
y ahora quiero llamarte por teléfono
decirte que aunque no me diera cuenta en aquel momento
Aquello fue importante para mí.


Quique González