jueves, 22 de mayo de 2008

De la prostitución a la liberación

Y es que es llegar a esta ciudad y comenzar mis momentos surrealistas.
Esta mañana he ido a una conferencia a la Universidad del Rosario. Supuestamente era sobre la prostitución en Colombia a lo largo de la Historia. Estoy casi convencida que el martes cuando me invitó la directora del programa de Historia me dijo que la conferencia iba sobre eso. También es verdad, que llevaba 11 horas de vuelo transoceánico y que puede ser que entendiera lo que me dio la gana. Pues la sorpresa no ha sido sólo el tema, que era la prostitución francesa en Argentina y el Norte de África entre 1850 y 1950 ¿?, sino también el idioma de la misma. En inglés!!!!! He conocido a la conferenciante media hora antes de la charla, hemos ido a tomar un café con Adriana y otro tipo y entonces me he dado cuenta de lo bien que me lo iba a pasar en la charla.
Pero para nada. Obviamente no he entendido toda la charla, pero estoy súperorgullosica de mí, no voy y consigo seguirla prácticamente toda. Bueno, admito que si alguien me pregunta sobre la prostitución francesa en África del norte, sólo puedo hablar de la "prostitución de campaña", la que hacía que los soldados siguiesen siendo buenos combatientes, pero preguntarme, preguntarme por la de Buenos Aires.... las "franchuchas", las prostitutas francesas, eran las más deseadas y las más caras. Ahora ya sé porque el francés es el idioma del amor.
Al margen de la entendida conferencia, lo que más me ha ilusionado del Rosario ha sido el recibimiento por parte de todos, es verdad que no ha salido lo de la plaza, pero he tenido ocasión de decirles todo lo que no puede en la "videoconferencia" y les he expuesto mi disponibilidad y mi ánimo para afrontar cualquier reto... menos el de la prostitución, obviamente.
Después he ido al ICANH a firmar el contrato de la publicación del libro y he tenido una charla muy agradable con el señor coordinador del área de Historia. Está totalmente admirado con "mi arrojo" y se ha ofrecido a colaborarme en todo lo que esté en su mano.
Y la última etapa del día ha sido el momento celular. Ya sabemos por experiencias anteriores que eso de comprar un teléfono es toda una aventura. Esta ocasión, además, tiene sus peculiaridades. Como yo tenía un teléfono, o terminal, seamos exactos, que no utilizaba en casa me lo traje para acá. El objetivo era liberarlo y luego comprar una tarjeta prepago, la opción del contrato quedaba totalmente descartada. Por una módica cantidad mi móvil LG Orange ha sido liberado y convertido en un celular LG (leído "el" "yi") apto para cualquier operadora colombiana. He ido a CONCEL, después de darme mi primer chapuzón bogotano, se me podía escurrir entera, y he conseguido que el mocete de la tienda me vendiera la tarjeta sin apenas ponerme problemas. De la mano de la mejor de mis sonrisas, le he coqueteado un poco, le he seguido el rollo y así sin cédula de ciudadanía, ni contrato laboral y sin tener que estampar ninguna de mis huellas digitales en ningún documento, tengo mi teléfono activado y a la orden.
Y es que parece que yo, en mi hispanidad retraída, le voy cogiendo el tino a la colombianidad. Hay quien cree, incluso, que tengo un "ser latino" bastante latente. Quien lo iba a decir.

2 comentarios:

Vinagretis dijo...

Qué pena lo de la plaza pero si han sido cutillos contigo pues ya está. Ya vemos que estás súper hacendosa y no desaprovechas el tiempo!!!
Aquí tampoco te creas que no llueve, hoy ha habido un rato que esto parecía el diluvio...

vanessa dijo...

juani!
como lograste eso de no dejra tus huellas a cambio de cualquier cosa?
debe ser tu acento fabuloso. y es que ademas te veo coquetona, de sonrisita paqui y de sonrisita pa lla! jejeje
por lo menos sabias que era sobre prostitucion, no? ya se me hacia raro que hablaran sobre prostitucion en colombia, si debe ser todo un tabu, y mas aun en los tiemposde nuestros proceres!
en fin, me voy que ya te escribi una novela!
besos