Anoche me dormí pensando en esta frase.
Recuerdo la tarde en la que la gestamos,
en la que autoproclamamos nuestra lealtad y nobleza.
Siete palabras que dan forma al salvavidas para esos momentos de zozobra en los que la "imbecilidad" -o el amor- se adueñan de todos los rincones del ser y el alma.
En estos días he tenido tres largas y, por momentos, dolorosas conversaciones que vuelven a reafirmarme.
Gracias por ser así.
Y que sigamos siendo.
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3 comentarios:
hola pitufa. no entiendo muy bien el significado último de este post, pero seguro que tienes razón en todo. yo llevo unos días tontos colgándome otra vez de las miserias y reeditando mis ridículos dramas. ¡qué tonto me siento! ¡cuánto cuesta coger perspectiva! en fin, que besicos, amor.
por encima de lo inverosimil, como miles de kilometros de distancia y visitas bastante esporadicas.
te quiero y gracias por existir.
malbicho, somos drama!
creo que le hago un favor a la humanidad al no tener blog, porque es que ya hay mucho drama por estos lados... y si le aumentáramos los míos...ay ay ay! Hoy fue lunes, día de ir a la loquera...y sale uno creyendo que los dramas son lo mejor, que te hacen crecer y madurar...eso me dice ella, yo le creo, me conviene creerle...no? por algo será tan cara esa hp! no mentiras...me gusta la terapia... los extraño, así de dramáticos...los extraño.
exex
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